miércoles, 24 de junio de 2015

Módulo 3: Motivar a mis estudiantes



Cuándo oigo hablar de motivación y más en la enseñanza de ELE me alegra el pensar que la motivación es la clave que nos lleva alcanzar la meta o  el  propósito buscado.

 Me gusta ser una profesora  motivadora que acompañe a sus estudiantes a asumir los retos y disfrutar los logros que reciben de todo lo aprendido en clase.

Qué maravilloso es poder trabajar con nuestros alumnos su motivación intrinsica,  es decir, aquella que nace del placer de hacer algo que nos gusta, nos complace y apasiona (aprender una nueva lengua, el gusto de hablar varios  idiomas, como es el caso de ELE) o la motivación extrínsica que busca un resultado  para  alcanzar un beneficio o dar respuesta a una necesidad (el mismo aprendizaje de ELE como instrumento que le va a permitir al estudiante integrarse a la nueva cultura y sociedad de acogida).

Es muy claro que en este  tercer módulo : Motivar al alumnado de español, nosotros como docentes tenemos como tarea el gran compromiso de crear situaciones y actividades que despierten el intéres de nuestros alumnos, para darles seguridad y confianza de que todo aquello que aprenden, para que sientan que lo aprendido tiene una utilidad y una gran importancia en sus vidas, debemos como docentes trabajar arduamente para que el aprendizaje sea efectivo, participativo y de cooperación.

Nuestra labor docente debe tener muy presente como primera herramienta, la motivación. Si existe un ambiente cálido y de pertenecia en el aula de clase y el estudiante se identifica con quienes lo rodean y  con aquello que aprende, entonces ahí habrá una buena conexión.

De este módulo quiero destacar que cuando se nos habla de la teoría de las inteligencias múltiples (Fonseca, 2002 :12), me encanta saber qué existe una gran diversidad de habilidades e inteligencias en cada uno de nosotros, los seres humanos; entonces siendo así, nosotros como docentes debemos trabajar para que nuestros cursos sean diversos, dinámicos, interesantes y respondan a estas inteligencias y   a su vez, desarrollen las potencialidades de nuestros alumnos, de la mejor forma.

El pofesor debe confiar en su estudiante y darle  buenos elementos que le  permitan  experimentar por sí mismo lo que aprende.

En este módulo confirmé que todo lo que se le impone al estudiante,  solo entorpece el proceso de aprendizaje y que en el aprendizaje de una lengua la «relación existente entre lo afectivo y la memoria es íntima  y compleja» es de gran importancia. Si al alumno le interesa lo que estudia, entonces su aprendizaje será más efectivo y duradero.

En conclusión, para mantener la motivación a flor de piel en nuestros estudiantes, debemos conocer sus dificultades para saber qué trabajar con ellos de manera particular y buscar las formas de  ofrecer  métodos y oportunidades diferentes, que les motive y les ayude a alcanzar su principal  objetivo : Aprender una lengua.

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